NO SOY LA MAMÁ QUE MIS HIJOS QUIEREN, SINO LA QUE NECESITAN

No soy la mamá que mis hijos quieren, sino la que necesitan

Por: Mtra. Sofía Mann de Dayan 

 

Si eres madre me puedes entender… ¿Cuántas veces nos preguntamos si estamos haciendo lo correcto? ¿Si vamos por el buen camino? ¿Si nuestra forma de educar nos va a dar frutos y resultados?

Lo cierto es que nadie tiene la respuesta correcta a estas preguntas. Cada madre es un hijo… y cada hijo es un reto. El reto de criar hijos implica cuidar de ellos y hacerlos personas de bien, respetando su autonomía, su independencia y sobre todo su individualidad. 

Cuando nace nuestro primer hijo nos llenamos de expectativas, de amor, paz y armonía; nada más lejos de la realidad… Claro que con su pura existencia nos llenan de amor, pero es un amor con un lado bien oscuro. De pronto cae sobre nosotras el enorme peso de la responsabilidad, la palabra angustia adquiere un nuevo significado, nos cuestionamos si estamos actuando bien o no, sabemos que nuestras decisiones pueden afectar temporal o permanentemente la vida de ese diminuto ser. 

Con la maternidad nos damos cuenta de que los hijos no son una extensión de nuestras fantasías, o, por lo menos, no deberían serlo, no son de nuestra propiedad; son un don, un privilegio, son nuestros maestros en todo momento. 

No deberíamos ver la maternidad como una forma de realización personal; ya que representa una gran responsabilidad y el mayor ejercicio de desprendimiento del ego. Es dar a luz a un ser que va a desarrollarse y crear su propia forma de ver y enfrentarse al mundo, a pesar de ser parido y educado por nosotras, es un ser independiente, tiene un cuerpo, una mente y un alma propias.

A pesar de formar parte de una misma familia, cada hijo tiene derecho a un crecimiento exclusivo, ya que ser justo no implica ser parejo. No sé por qué tenemos la idea de darles por igual, como si cada uno de nuestros hijos necesitara lo mismo que sus hermanos, como si vinieran en “paquete”. Es una realidad que cada vez nos llenamos de información sobre lo que “las madres deberíamos o no deberíamos ser o hacer”, la sociedad cada vez se ha vuelto más exigente con el rol que debe cubrir una buena mamá. Sin embargo, como madre, sabes lo que cada uno de tus hijos necesita. 

Tanta información a veces nos confunde y nos hace dudar de nuestro juicio. No podemos ser siempre lo que nos piden que seamos: la mamá más cool, la más buena onda, la más cercana, la que sabe cómo actuar ante cualquier situación… Seamos la madre que necesitan nuestros hijos, no la que nos impone la sociedad.

Ser la madre que ellos necesitan es trabajarse constantemente para ser esa figura de orden, estructura y contención que requieren nuestros hijos; mantenernos cercanas, pero sin perder la firmeza en la educación y, sobre todo, seguir siendo ese adulto responsable por nosotras y para ellos. Ser esa persona que verá por su bienestar físico y emocional, y se preocupará porque tengan una buena educación, una buena formación como seres humanos. Ser esa madre que necesitan, implica generar para ellos un ambiente seguro y de confianza y mantenernos coherentes ante las exigencias y distracciones del mundo actual. 

La maternidad hoy nos exige hacerles sentir a nuestros hijos nuestro amor, aunque las circunstancias que nos rodean no sean fáciles. Por estas y más razones no podemos convertirnos en “las amigas” de nuestros hijos; amigos tendrán muchos, pero solo tienen una mamá y un papá. No nos salgamos de ese rol ni hagamos que nuestros hijos vivan en la orfandad porque sus padres eligieron ser sus amigos. No podemos ser lo que ellos quieren que seamos, sino lo que necesitan para su buen desarrollo. Esto no será una tarea fácil, aunque tampoco puede ser tan difícil… Porque no entiendes la vida hasta que crece dentro de ti.

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