LA IMPORTANCIA DE TENER METAS EN LA VIDA

Al empezar un año nuevo, tendemos a planear en tener nuevos comienzos; son momentos de valorar nuestra vida, reflexionar qué nos gusta de ella, ver en qué queremos cambiar y/o mejorar. Son instantes en los que tomamos decisiones, nos atrevemos a tomar riesgos y cambiar, proponernos metas, tratamos de tomar rumbos o caminos nuevos y diferentes que nos hagan sentir mejor.

“El primer paso no te lleva a donde quieres ir, pero sí te saca de donde estás.” 

Es importante tener sueños y trabajar para lograrlos. Una meta es el fin al que se dirigen las acciones o deseos de una persona. Es decir, las metas no se logran de un día a otro; ya que se requiere de tiempo y esfuerzo para poder lograrlas. 

Las metas mejoran nuestra calidad de vida, ayudan a promover un cambio, nos dan motivación, nos ayudan a darle un sentido y un rumbo a nuestras vidas. Es importante que sean claras, realistas y razonables; y que tengan un plazo de tiempo para cumplirse. 

Todos los días tenemos la oportunidad de hacer cambios necesarios que nos permitan mejorar nuestras condiciones de vida y acercarnos a cumplir nuestras metas; ya que éstas también nos impulsan a vencer hábitos negativos y cambiarlos por positivos. 

Desde el momento en que una persona decide concentrar sus esfuerzos en el logro de los objetivos y metas, se comienzan a superar los obstáculos más difíciles. Para esto se requiere esfuerzo, dedicación y constancia. Por lo que es necesario, establecer prioridades, lograr las metas por etapas y asumir ciertos riesgos.

Las metas deben cumplir con los siguientes requisitos:

• Específicas: objetivos concretos y claros.
• Medibles: que sea posible medir el progreso.
• Alcanzables: que sean realistas y que sepamos que se pueden cumplir.
• Relevantes: que sean importantes para ti.
• Temporales: ponerle fecha de cumplimiento, para evitar postergarlas.

Es recomendable: 

• Dividir los objetivos en metas más pequeñas; ya que a veces los grandes objetivos parecen imposibles de cumplir, lo cual nos desmotivamos y dejamos de luchar por cumplir la meta.
• Cuidar que las metas se puedan trabajar al momento, ser práctico y comenzar a trabajar en ellas; ya que, si no se empieza de inmediato, se convierte en un sueño.
• Establecer un plan de acción, o sea, una idea clara de cómo vas a lograr cumplirla.
• Evaluar las metas que ya has logrado. No te enfoques en lo que salió mal, sino que analiza lo positivo que ya lograste.
• No tener miedo a soñar en grande.