AUTOCONOCIMIENTO E INTUICIÓN, UN CLAVADO A NUESTRO INCONSCIENTE FEMENINO

Autoconocimiento e intuición, un clavado a nuestro inconsciente femenino.

Por: Sofía Mann de Dayan

Mtra. en Psicología Clínica y Psicoterapia

Se acercan días de reflexión y análisis. Todos en nuestro interior compartimos el anhelo de ser “mejores que ayer”, y en ocasiones nos perdemos en nuestra propia urgencia, en lo que nos pide la cultura “fast” que exige resultados rápidos, contundentes y precisos. En esta urgencia perdemos de vista lo importante, nuestra naturaleza humana, intuitiva, femenina…

SI, este artículo va dirigido a la mujer contemporánea, la que ha tenido que dejar atrás su traje de madre cuidadora y abnegada y que ahora debe ponerse el traje de mujer independiente, amiga conciliadora, madre y esposa protectora, trabajadora empoderada, hija audaz, deportista incasable y un largo etcétera.

Hasta antes de la Segunda Guerra Mundial la mujer era vista como un objeto, una posesión. Cuando los hombres tuvieron que salir a la guerra, fuimos las mujeres quienes tuvimos que hacernos cargo del hogar, el bienestar de los hijos y los padres que quedaron solos, la administración de los bienes, las redes de apoyo. Tuvimos que salir del hogar y hacer una vida mucho más completa e integral. Con este cambio ganamos mucho, alzamos la voz y tomamos nuestras propias decisiones, sin embargo también perdimos muchas cosas.

La mujer actual se ve influenciada por varias fuerzas de empoderamiento y muy pocas veces se toma un tiempo para sí misma, deja de lado aquello profundo, analítico e intuitivo, para dar paso a lo práctico, lo resolutivo.

Las palabras “mujer” e “intuición” hacen que nosotras como mujeres recordemos quiénes somos y qué nos proponemos. Van de la mano y se podría decir que una no sobrevive sin la otra. Pero, si es así… ¿cómo es que algunas mujeres pierden su conexión con este ser interior? ¿Cómo se apaga la naturaleza intuitiva?

  • Ante una situación de estrés crónico.
  • Ante una relación represiva o de sometimiento.
  • Ante una enfermedad física o emocional
  • Ante una pérdida o separación importantes.
  • Ante el mal manejo de la frustración o el enojo.
  • Ante la envidia, la codicia o los celos
  • Ante una vida enfocada a vivir hacia afuera y descuidar lo de adentro.

Muchas de nosotras nos hemos visto envueltas en una o varias de estas situaciones y al enfocarnos en la resolución inmediata de éstas, nos olvidamos de nosotras. Perdemos nuestra naturaleza femenina. ¿cómo se ve la mujer que se separó de su naturaleza intuitiva? Se ve fatigada, cansada, frágil, depresiva, confundida, apática y desmotivada. La mujer que se olvida de ella comienza a sentirse asustada, con una gran falta de inspiración y valentía por enfrentar lo que viene, avergonzada, irritable y carente de creatividad. Ha perdido conexión con su ser interior. ESTAS SENSACIONES TIENEN CARÁCTER CRÓNICO, NO SON TEMPORALES.

 

¿Cómo hacer que reaparezca este lado femenino e intuitivo? Para algunas mujeres es mas fácil ya que fueron educadas así. En sus familias las impulsaron a la creación de su propia identidad, las invitaron a tener voz propia, a ser leales a ellas mismas. Desde pequeñas toman decisiones, argumentan y son proactivas. Otras mujeres pertenecen a ambientes sociales y familiares más represivos, donde las figuras masculinas o la autoridad tienen la última palabra, pero… la vida siempre nos va a sorprender: nos mandará lecciones para que las aprendamos y si no es así mandará las lecciones más fuertes; porque quiere que alcemos la voz, porque quiere que nos hagamos responsables de nuestra vida.

Para estas mujeres la tarea de conectar con lo intuitivo es más complicada pero no imposible. Aquí algunas tareas terapéuticas para conectarnos con nuestro ser interior y así cumplir nuestro anhelo de “ser mejores que ayer”

  • Buscar actividades físicas que dirijan nuestra energía hacia lo positivo.
  • Enfocarnos en nuestras potencialidades y virtudes, no solo pensar en lo que hicimos mal. 
  • Contar con redes de apoyo que compartan nuestros intereses y gustos.
  • Dar pasos con cautela. No se trata de romper con todas las estructuras que nos hacen daño de un solo golpe. La independencia y autonomía son PROCESOS no SUCESOS.
  • Ser congruente y consistente con los que pienso siento y actúo.
  • Prepararse, capacitarse.
  • Elegir nuestras prioridades y actuar en función a ellas. No luchar las batallas de otras.
  • Dar y recibir. Siempre habrá alguien a quien podamos ayudar y de quién recibir ayuda.
  • Enfocarse en herramientas de solución, no en el conflicto.
  • Educarnos en la responsabilidad social, no estamos solos en el mundo, todos somos responsables de nuestro entorno.
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